No hace mucho tiempo, el considerado como uno de los mejores entrenadores del mundo, Vic Braden, comenzó a darse cuenta de que algo extraño le ocurría cuando presenciaba un partido de tenis. Con su amplia experiencia -primero como jugador y luego como entrenador de muchos jugadores de la ATP-, Braden identificaba e intuía cuando un tenista iba a realizar una doble falta incluso antes de que golpease la bola para realizar el saque. No importaba quien jugase -hombre, mujer o niño-, ni siquiera si veía el partido presencialmente o por televisión. Braden sentía el error en dos segundos. Teniendo en cuenta que un jugador de élite en un torneo puede servir más de 100 veces y cometer una media de 3-4 dobles faltas, podemos decir con seguridad que no es algo precisamente fácil.
Cuando le preguntabas por qué lo sabía, no era capaz de explicarlo. No sabía si era la postura, la actitud ante el golpe, la manera en la que lanza la bola, la fluidez del movimiento…El caso es que lo sabía. A veces se ponía a pensar en ello y no era capaz de identificar qué es lo que le hacía predecirlo y su conclusión era que la respuesta estaba en su inconsciente. Aunque no entendía la procedencia, siempre acertaba. Simplemente lo sabía en un parpadeo de ojos.
¿Cuestión de suerte? No. Si se trata de suerte aciertas una vez, varias como mucho. Lo de Vic Braden era otra cosa. Era intuición. Entrenada inconscientemente a base de observar, comprender, analizar, estudiar y preparar durante décadas a muchos jugadores de élite. No es sorpresa, ni casualidad, ni suerte que fuese capaz de leer de una manera tan extraordinaria el acierto o el error en el saque justo en el momento más delicado.
La parte consciente del cerebro es capaz de gestionar 40 órdenes por segundo. Sin embargo, la parte inconsciente puede gestionar 11 millones de órdenes por segundo. Lo que le pasaba a Braden es que su cerebro trabajaba en la zona inconsciente -que funciona mucho más rápido que la consciente- y por eso era capaz de procesar una gran cantidad de datos que percibía en la ejecución del segundo servicio. Así, era capaz de predecir el resultado. Esa “intuición” es la racionalidad del inconsciente y solamente funciona con solvencia en aquellos aspectos en los que hemos alimentado correctamente el cerebro con información, con experiencias y con conocimiento. Es como un ordenador que va a toda velocidad, pero si no le damos los datos y la información correcta, no vale para nada.
La experiencia y el conocimiento obtenido día tras día configura y reconfigura nuestro cerebro constantemente. Todo suma aunque no seamos conscientes de ello. La respuesta intuitiva resulta de unir, coser y enlazar de manera inconsciente toda la información que ha sido guardada poco a poco. Eso que nos dice “qué hacer” pero no “por qué hacerlo”. Eso que no entendemos bien ni cómo ni de dónde nace, simplemente sabemos que es la mejor opción. El hecho de no saber de dónde viene a veces nos hace dudar de la posible eficacia de nuestra decisión, pero nada más lejos de la realidad. Todo el enjambre que hay bajo ese pálpito hace que sea difícil que cometas un error cuando no hay tiempo para pensar. A veces, la mejor decisión no se toma cuando le dedicamos más tiempo y esfuerzo, sino que es más bien cuestión de saber reconocer sutilmente otras señales.
El tenis es un deporte que va tan rápido que el cerebro trabaja mucho en su zona inconsciente porque a la parte racional no le da tiempo a reaccionar. Por eso sientes que a veces el juego fluye y a veces no, reaccionas ante el golpe del adversario antes de que lo ejecute, interpretas movimientos previos que hacen que ya intuyas lo que va a hacer, o empiezas a moverte sin saber exactamente lo que estás haciendo. Eso es el inconsciente a pleno rendimiento. En el momento que se entiende esto y se empieza a jugar utilizando la parte inconsciente, entra en escena un aspecto clave: la confianza. La confianza en la capacidad, la confianza en el entrenamiento previo, la confianza en las rutinas, en el talento, en el cuerpo, la confianza en el equipo, en la preparación física y mental. La confianza en que eres capaz de hacer las cosas bien porque ya lo has hecho antes.
Como entrenador, supone ayudar a interpretar. Enseñar a tus jugadores a tomar ese atajo y a confiar plenamente en uno mismo puede marcar la diferencia. Cuanto más y mejor entrenamiento le ofreces a tu jugador, más información tendrá guardada en su archivo personal e intransferible. No se suelen tener buenas sensaciones e intuiciones de aspectos que no dominamos. Esta unión súper rápida de información mejora mucho con el entrenamiento bien hecho y con sentido, provocando una mayor experiencia intuitiva. La mente será más rápida decidiendo y dejándose guiar sin demasiado esfuerzo, reforzando la confianza.
El inconsciente guarda todas esas horas de práctica que los jugadores han realizado; movimientos automatizados e integrados profundamente de una forma extraordinaria en el cerebro que hacen que en el momento adecuado el jugador pueda decidir correctamente en un parpadeo de ojos. Cuando, en lugar de dejar el golpe, el drive, el movimiento…en manos de la intuición, se opta por decidir por detalles y por análisis técnico, se abre la puerta del error. Confiar en la intuición puede reducir esas posibilidades y ser un buen aliado para tus jugadores. Decidir en un parpadeo lleva tiempo, práctica y paciencia, pero no deja lugar a dudas su buen nivel de eficacia.
A veces, como padres os enfrentáis a situaciones complicadas donde tenéis que tomar decisiones por vuestros hijos que sabéis que van a tener un impacto en mayor o menor medida. A veces no se entiende porqué, pero se siente que alguna decisión no es quizá la más apropiada y aún así hay que tomarla ya que es lo que todo el mundo hace o es “lo que toca”.
Un entrenador mental de jugadores de tenis y de golf tenía una frase que decía que, para rendir al máximo nivel en el deporte, “tiene que importarte lo suficiente como para no importarte”. Lo que quería decir con esto es que, en los momentos difíciles, la clave es quitarle la importancia para no pensarlo demasiado y dejar fluir el inconsciente con sus conclusiones y su capacidad.
Como padres se os recomienda que os informéis y forméis sobre la carrera de vuestros hijos y sobre las alternativas, así como sobre lo que están viviendo, sobre lo que van a vivir, sobre sus posibilidades y sobre las herramientas disponibles. Una vez se dispone de toda esa información en el cerebro, lo que queda es: la confianza. La confianza en vuestro criterio, la confianza en vuestras sensaciones, la confianza en vuestra intuición. Porque esa es la manera que tiene la parte inconsciente del cerebro de transmitir sus conclusiones. Recuérdalo: la parte inconsciente es la más poderosa.
Hay muchos elementos que pueden marcar la diferencia en el juego, pero la confianza en la intuición es uno de los más importantes en cuanto a rendimiento. La confianza no es un tema de azar o de probabilidades cuando se trata de una intuición en aquellas cosas que se saben hacer bien, en aquellas cosas que se conocen y que se han trabajado. La intuición es realmente la parte inconsciente del cerebro y que envía mensajes y da sus conclusiones. Cuando esto ocurre…hay que confiar, dejar fluir y disfrutar.
Es verdad que a veces hago dobles faltas y aunque me concentro vuelven a pasarme
Es verdad que muchas veces nada más salir la bola de nuestra raqueta ya sabemos que se va fuera.
Cuando ante un gole dudas, tienes muchísimas probabilidades de fallarla, la confianza es lo que te va a hacer no cambiar el golpe y creer en lo que haces y hace una buena jugada, un buen golpe y que tu intuición de resultado.
Cuanto más jugamos más situaciones aprendemos a resolver… la constancia y el esfuerzo es lo que más nos ayuda a mejorar.
Es correcto Ignacio,
La constancia, ganas y confianza en ti mismo te ayudarán a conseguir los resultados.
Un saludo
Es verdad que la confianza es importante, yo he trabajado bien durante la semana tengo buenas sensaciones y de repente en fin de semana en un partido, pienso que no me sale nada me pongo nervioso y se me pasa la idea de que soy malo. En ese momento tendria que respirar y confiar en todo lo que trabajo para mejorar y dejarme llevar por mi tenis, pero no es facil y me lo planteare en una futura sitacion.
Hola Oscar,
Eso suele pasar, pero hay que tener confianza en uno mismo y con ello las cosas y los diferentes golpes y situaciones complicadas en un partido saldrán mejor cada vez.
Gracias y Saludos
es verdad a mi me pasa a veces que cuanto mas pienso en no hacer doble falta , me pongo nervioso y la hago con esto me he dado cuenta que es mas por la concentración y confianza en una mismo
gracias y saludos
Hola Álvaro,
La práctica y concentración te harán tener mas confianza en ti mismo y con ello los resultados serán positivos.
Un saludo!